Tarta de queso sin azúcar
martes, 19 de junio de 2012Es una tarta de queso clásica. Está muy conseguida porque, aunque es baja en carbohidratos, sí que va bien de grasas. Vamos, que lo que se dice ligera tampoco es. Cuatro yemas de huevo y casi medio litro de nata hacen que casi no se eche de menos el azúcar.
Para hacerla puedes usar un molde desmontable, un aro para tartas de 20 cm. o seis aritos de 8 cm., como he utilizado yo. Si utilizas los aros, ponlos dentro de una rustidera, porque tendrás que hornear al baño maría. Es decir, la bandeja del horno tendrá que estar llena de agua caliente.
Prepara:
120 gr. de galletas integrales sin azúcar
30 gr. de mantequilla fundida
300 gr. de queso crema
edulcorante apto para cocción: cantidad equivalente a 200 gr. de azúcar
400 ml. de nata del 18% M.G.
1 cucharadita de extracto de vainilla
4 huevos
150 gr. de mermelada sin azúcar (la que más te guste)
1 hoja de gelatina
Y al lío:
Lo primero es preparar la base de galletas. Tritúralas con ayuda de un robot de cocina o mételas en una bolsa de congelación y aplástalas con el rodillo hasta hacerlas migas. Añade la mantequilla derretida y repártela bien. Cubre el fondo del molde con las galletas, apretando con el culo de un vaso, para formar una capa homogénea y compacta. Resérvala en la nevera.
Precalienta el horno a 180°. Con la pala de la batidora o manualmente, mezcla el queso con el edulcorante. Añade después la nata y el extracto de vainilla. Por último, incorpora los huevos de uno en uno. Vierte la mezcla en el molde. Si utilizas uno desmontable, asegúrate de forrarlo muy bien con papel de aluminio para que no le entre agua. Hornea al baño maría unos 45 minutos. Apaga el horno y deja la tarta dentro unas horas, hasta que se enfríe.
Cubre la hoja de gelatina con agua fría y calienta la mermelada a fuego bajo, removiendo para que no se pegue. Cuando la mermelada esté muy caliente, añádele la gelatina escurrida (deberá estar bien hidratada) y déjala al fuego un par de minutos más, sin parar de remover. Cubre la tarta con la mermelada y reserva en la nevera unas horas o, mejor, de un día para otro.
Los dulces sin azúcar no se conservan muy bien, deberás comértela en dos o tres días como mucho.